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IGLESIA DEL SANTO SEPULCRO

 Tipo   Iglesia, Basílica

Ubicación:    Ciudad Vieja de Jerusalén

Culto: Catolicismo

Arquitectura: Estilo arquitectónico     Paleocristiano, Románico, Barroco

La Iglesia del Santo Sepulcro es un santuario religioso del Cristianismo, situado en la ciudad de Jerusalén.

El significado religioso dado al Santo Sepulcro dentro del Cristianismo es importante, pues dentro de este recinto se encuentra tanto el Calvario, donde Jesucristo murió, como su sepulcro, lugar en el que, según afirman los Evangelios, resucitó al tercer día de su muerte.

Por esta razón el sepulcro es el centro principal de la basílica. La capilla que lo contiene, en medio de la llamada «Rotonda» al frente del coro de los Griegos, es conocida como la ἀνάστασις (que en griego significa 'resurrección').

HISTORIA

El lugar hace referencia a la sepultura de Jesús en una época comprendida entre el año 30 y 33.  Entre los sitios religiosos de Tierra Santa, el Santo Sepulcro es uno de los mejor datados históricamente.

Según los evangelios, antes de la muerte de Jesús el sitio era una tumba ya habilitada como tal, pero no utilizada todavía, propiedad de un rico judío seguidor de Cristo llamado José de Arimatea. Se trataría de un hueco horadado en la roca, que podía taparse con una gran piedra destinada al efecto para que rodara o se deslizara hasta la abertura del nicho.

Una de las versiones sobre el primer anuncio de la Resurrección de Cristo, según los Evangelios, es el momento en que las mujeres que iban a ungir su cadáver con especias aromáticas —María Magdalena, María de Cleofás, madre de Santiago el Menor y Judas Tadeo, y Salomé (discípula), madre de Santiago y Juan— se encontraron con la piedra desplazada, y el nicho expuesto y vacío.

Siempre teniendo como única fuente los Evangelios, pero confirmados por los trabajos arqueológicos[cita requerida, la tumba estaría situada en un jardín próximo a la roca —o montaña, o montículo; los evangelios dicen lugar— donde se produjo la Crucifixión, llamado originalmente Gólgota y luego Calvario (lat. calvaria, calavera), o en griego kranion (cráneo). Ese lugar estaba muy próximo a la muralla herodiana de la ciudad de Jerusalén, e incluso comunicado con ella por una calle, pero extramuros, ya que las normas judías prohibían los enterramientos intramuros, salvo para el caso de los reyes.

La destrucción de Jerusalén efectuada por los romanos trajo la ruina para el Templo de Jerusalén y para otros lugares tradicionales de la antigua ciudad puesta entonces bajo el mando de los paganos. Si bien los primeros cristianos huyeron hacia Petra antes de la destrucción siguiendo una interpretación profética de Jesús (Lucas 21, 20-22), los mismos dejaron por escrito en los Evangelios la descripción del lugar de la Crucifixión y de la sepultura: Mateo 27, 33; 57 - 61;Marcos 15, 22; 42 - 47; Lucas 23, 33; 50 - 55; Juan 19, 17; 38 - 42. 

Ambos sitios, el Gólgota y la Tumba, están a pocos metros de distancia y entre ellos se encuentra la Piedra de la Deposición, lugar en donde dice la tradición el cuerpo de Jesús fue preparado después de ser bajado de la cruz para ser enterrado - Mateo 27, 59 y paralelos -.

El lugar fue evidentemente una cantera por la enorme riqueza lítica y la red de cavernas que se pueden observar un sitio ideal para la construcción de tumbas, una actividad muy normal en la época, especialmente entre personas de cierta posición social. El nombre, «Gólgota», la «Calavera», viene probablemente de la semejanza que las formas que las rocas tenían, como se puede comprobar hoy por hoy en los paisajes desérticos del Mar Muerto.

Los romanos cambiaron el nombre de Jerusalén por el de Aelia Capitolina con el fin de hacer de la ciudad un enclave exclusivamente greco-romano - prohibieron el ingreso de los pueblos semitas - y construyeron lugares de culto pagano en donde estaba el Templo de Jerusalén y el Santo Sepulcro. Dicho acontecimiento es una de las pruebas históricas y arqueológicas que evidencian la historicidad de ambos sitios.

El emperador Constantino decidió construir la magnífica Iglesia del Santo Sepulcro, descrita en detalle por Eusebio, un historiador y biógrafo de la época

Constantino el Grande fue el primer emperador romano que adoptó el cristianismo; convirtiéndolo en la religión oficial del Imperio Romano. Constantino comenzó su carrera de gobernante en la región occidental del imperio romano (306) después de derrotar a sus tres co-regentes y emergió en el año 324 como emperador único, manteniendo el poder indiscutido hasta su muerte en el año 337. Hizo de Bizancio su capital, la reconstruyó y le cambió el nombre por Constantinopla.

En cuanto al Santo Sepulcro, en el año 326, el Emperador Constantino mandó erigir la Basílica del Santo Sepulcro en el lugar prescrito por la tradición y en el cual estaba erigido el culto pagano a la diosa romana Venus, mandado construir por Adriano, hacia el 135.

En el año 326, envuelto en una controversia cristiana y eclesiástica, llamó a una reunión de obispos de todo el imperio, incluyendo a Macario, obispo de Aelia Capitolina, como se llamaba aún a Jerusalén. La madre del emperador, la reina Helena, que se había convertido al cristianismo, quedó muy impresionada con el relato del obispo acerca del lamentable abandono en que se encontraban los lugares consagrados por la vida y muerte de Jesús y, con la bendición, autoridad y fondos de su hijo, partió a visitar la Tierra Santa.

La Emperatriz Elena había acudido a la ciudad tras escuchar el informe presentado por Macario, obispo de Jerusalén, sobre el lamentable estado en el que se encontraban los lugares descritos en los evangelios (santos lugares, para los cristianos), decidida a mejorar personalmente la situación. Tenía también el propósito de localizar la cruz de la ejecución de Jesús; Constantino había empezado a utilizar el signo de la cruz, y a considerarlo presagio de victoria.

Elena, tras fracasar en la búsqueda de la cruz, o como parte de ella, inició la del sepulcro. La tradición cuenta que al derruir el templo pagano para aislar el Calvario e iniciar las nuevas edificaciones aparecieron también tres cruces, una de las cuales necesariamente habría de ser la Vera Cruz o auténtica cruz del martirio de Cristo. Varias leyendas describen el prodigio que permitió identificar la Vera Cruz, casi siempre basadas en que una de las cruces producía curaciones milagrosas, y las otras dos no.

En Jerusalén identificó el lugar de la crucifixión (la roca que se supone que es el Gólgota) y la tumba en su cercanía conocida como Anastasis (resurrección en griego). El emperador decidió construir un santuario apropiado en el lugar la magnífica Iglesia del Santo Sepulcro, descrita en detalle por Eusebio, un historiador y biógrafo de la época.

El estudio y las excavaciones fueron llevados a cabo por V. Corbo, Ch. Coüasnon, M. Broshi y otros, en nombre de las comunidades cristianas que controlan la mayor parte del Santo Sepulcro: la católica romana, la ortodoxa griega y la ortodoxa armenia.

La iglesia fue destruida por los persas en el año 614 y poco tiempo después fue reconstruida parcialmente; en el año 1010 fue destruida por el Califa Hakim de Egipto y reconstruida en 1048 por el emperador bizantino Constantino Monómaco; en 1144 los cruzados reconstruyeron toda la iglesia, la colocaron bajo un solo techo e hicieron muchas alteraciones y adiciones. Durante los siglos siguientes la iglesia no fue reparada.

En la década del 60, como parte de la restauración propuesta de la Iglesia del Santo Sepulcro, se llevó a cabo un comprehensivo estudio, incluyendo excavaciones debajo de los cimientos de la iglesia actual, que en gran medida sigue el plan de la iglesia cruzada.

En base a las fuentes escritas, evidencias arquitectónicas y descubrimientos realizados durante el estudio, fue reconstruido el plano del gran complejo de la iglesia original. Estaba compuestos por cuatro elementos diferentes: La entrada desde la calle principal el Cardo (hoy en día la principal calle del mercado de la Ciudad Vieja), que conducía al patio (el atrio oriental); de allí a la basílica (el martyrion); a un atrio interior (el Santo Jardín); y al edificio más occidental, la rotonda (el anastasis) con el sepulcro.

Los sucesos descritos a partir de 325-326, sobre el descubrimiento del sepulcro y la Vera Cruz por la Emperatriz Elena, se deben al obispo de Cesarea (Palestina) e historiador Eusebio, llamado también el Padre de la historia de la Iglesia.

EL PATIO ACTUAL

Este patio, fuera de la actual Iglesia del Santo Sepulcro, está sostenido parcialmente por una gran cisterna abovedada. El muro septentrional de esta cisterna es muy impresionante, formado por grandes bloques con bordes decorados, que aún se elevan a varios metros de altura. Se ha sugerido que este antiguo muro sirvió de muro de contención de la plataforma elevada (podio) que Adriano construyó en el siglo II. Esto parecería apoyar la afirmación de Eusebio acerca de que el Templo de Venus, que Adriano construyó en el sitio de la tumba de Jesús, se encontraba aquí antes de ser construida la iglesia original.

LA BASÍLICA

Durante las excavaciones quedó expuesta debajo del catholicon una antigua mampostería del período cruzado. Esto posibilitó la reconstrucción del diseño original de la basílica del siglo IV. La posición de las dos hileras centrales de columnas en la basílica (de las cuatro hileras) puede ser determinada por los restos de sus cimientos, que pueden ser vistos a lo largo de los lados norte y sur de la capilla de Santa Helena. En un pequeño espacio subterráneo al norte de esta capilla, fue excavado un sólido muro de los fundamentos de la antigua basílica. 

En una gran piedra pulida que fue incorporada en este muro, un peregrino a la iglesia original dejó un dibujo de un barco mercante y una inscripción en latín: "O Dios, iremos". Debajo del ábside del actual catholicon, se descubrió parte del ábside que marcaba el extremo occidental de la iglesia original. Eusebio describió este ábside rodeado por doce columnas que simbolizaban a los doce apóstoles.

LA ROTONDA Y EL SEPULCRO

El elemento más importante de este complejo es la rotonda que contiene el sepulcro mismo. El sepulcro se encuentra sobre una elaborada estructura dentro de la rotonda, rodeado por columnas que sostienen un ornamentado techo en forma de cúpula.

Algunos restos de mampostería fueron puestos a la luz debajo del piso y alrededor del perímetro de la rotonda. En cada lugar en que se excavó el lecho de la roca, había indicaciones de un trabajo de cantera en períodos antiguos. La operación de cantera hizo bajar el nivel del piso alrededor del sepulcro, por lo cual éste se encuentra por encima de su entorno. Un estudio arquitectónico del muro exterior de la rotonda 35 metros de diámetro y algunas secciones conservadas a una altura de 10 m. demuestra que éste mantiene su forma original, del siglo IV. 

El sepulcro en sí está rodeado por un ruedo de doce columnas grupos de tres columnas entre cuatro pares de pilas cuadradas. Es posible que las columnas de la rotonda del siglo IV fueron removidas de su ubicación original en la fachada del templo romano. La renovación de las pilas indicó que las columnas eran originalmente mucho más altas, y que los cruzados las cortaron por la mitad para usarlas en la rotonda del siglo XII.

La renovación de la Iglesia del Santo Sepulcro está aún en proceso, pero después de generaciones de abandono, el edificio ha recobrado gran parte de su antigua solemnidad.

El estudio y las excavaciones fueron llevados a cabo por V. Corbo, Ch. Coüasnon, M. Broshi y otros, en nombre de las comunidades cristianas que controlan la mayor parte del Santo Sepulcro: la católica romana, la ortodoxa griega y la ortodoxa armenia.

En la actualidad:

Se encuentra bajo la custodia de diversas confesiones cristianas, entre ellas, armenios ortodoxos, católicos ortodoxos y católicos romanos.

El lugar, llamado también Gólgota (en arameo, Golgotha, "calavera") es el punto exacto donde -según los Evangelios- se produjo la Crucifixión, enterramiento y Resurrección de Cristo. Está ubicado dentro de la Ciudad Vieja de Jerusalén, la cual a su vez se ubica en la línea de confluencia entre la Jerusalén oriental (árabe) y occidental (judía).

Al templo del Santo Sepulcro también se le conoce como Basílica de la Resurrección (Griego: Ναός της Αναστάσεως, Naós tis Anastáseos; Georgiano: Agdgomis Tadzari; Armenio: Surp Harutyun) o de la Anástasis (en griego, "Resurrección"). Es uno de los centros más sagrados del Cristianismo, y ha sido un importante centro de peregrinación desde el siglo IV. Hoy día alberga la sede del Patriarca Ortodoxo de Jerusalén y es la catedral del Patriarcado Latino de Jerusalén.

En general, cuando se habla del Santo Sepulcro, se pueden distinguir dos cosas:

1.- La iglesia en la que se encuentran el sepulcro de Jesús, el monte Calvario (donde murió), la piedra donde fue ungido antes de ser sepultado.y el aljibe donde fue encontrada su cruz cuatro siglos más tarde.

2.- Alberga diversas capillas. Entre ellas destaca la capilla de Santa Elena, el coro de los Griegos y la capilla del Santísimo (de los franciscanos, custodios de Tierra Santa), la capilla de Longinos, y otras más.

 

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